Voy a hacer algo que
normalmente critico, hablar de una película antes de haberla
visto.
( Espero me perdonéis, me pueden las ganas ) En concreto, sobre el
documental 10×10 Girl Rising perteneciente a una campaña de
sensibilización sobre educación y chicas alrededor del mundo,
aprovechando el “tirón” Malala ( queden claros mis más
infinitos respetos para ella ). El film está producido en Estados
Unidos, financiado por Intel Corporation y amparado por dos
grandes
organizaciones no gubernamentales que trabajan a nivel global
infancia y educación.
Empieza diciendo “Esta noche la chica
más valiente del mundo…” y comienzan a aparecer imágenes
preciosas de niñas y chicas preciosas, llenas de vida y color que
según la voz que las presenta “por fin, han entendido que educarse
es importante y luchan por ello” A partir de ahí construyen a una
Amina de Afghanistan obligada a casarse con 11 años, a Yasmin de
Egipto que no asiste a la escuela, a Senna de Perú que mira con
melancolía a sus compañeras jugar, a Suma de Nepal atrapada por un
supuesto maestro, a Ruksana de India lavando platos sin luz del
sol,
a Mariama de Sierra Leona sentada en el suelo en una estancia
desolada, a Azmera de Etiopía que deambula solitaria por una calle
cualquiera, a Sokha de Cambodja que es explotada en un
espectáculo…y ahí aparece el texto definitivo “Una revolución
ha empezado y nadie la podrá parar” Y finalizan poniéndole cara a
la esperanza con Hadley de Haití que reivindica su derecho a
seguir
estudiando a una maestra que no la acepta en la escuela
improvisada
post-terremoto. Y empiezo a pensar qué pensaran esas chicas de nosotros, los
espectadores del vídeo, cuando crezcan y se hagan mayores. Dejadme
imaginar.
A lo mejor la revolución para Amina
sería que los soldados extranjeros que violaban a sus compañeras
estuvieran en la cárcel. A lo mejor paraYasmin sería juzgar a
los
cómplices de países amigos que encubrían las actividades del
gobernante que no la dejó escolarizar. A lo mejor para Senna
sería
que la empresa que destruyó el territorio donde vivía con su
família y les obligó a desplazarse pagara por ello. A lo mejor
para
Ruksana sería que le pagáramos a su madre por cosernos la ropa
más
dinero del que necesita para comer. A lo mejor para Mariama
sería
ver que no compramos diamantes manchados de sangre. A lo mejor
para
Azmera sería ver prohibidas las operaciones financieras que
especulan con su comida. A lo mejor para Sokha sería que
juzgáramos
a nuestros compatriotas turistas que las violan cuando acaba el
espectáculo. Y a lo mejor para Hadley sería que le pagáramos la
deuda que adquirimos con ella el día que nos hicimos fotos
prometiendo ayuda. A lo mejor la maldita revolución no ha
empezado.